EL ALOE VERA
Es una planta perenne, con hojas suculentas dispuestas en rosetas, alcanzando los 50 cm de largo y los 7 de grosor; las hojas están compuestas de tres capas: una protección coriácea exterior, una capa fibrosa debajo de ésta donde se concentra la aloína, el ingrediente activo empleado como laxante en preparados farmacéuticos, y cuyo gusto amargo sirve a la planta como protección contra los predadores y un corazón gelatinoso donde almacena sus reservas de agua y con el que se preparan innumerables productos farmacéuticos. Las hojas son alargadas, lanceoladas, y parecen brotar directamente del suelo en los ejemplares juveniles; los más viejos presentan un corto y robusto tallo.
Las flores de Aloe vera son pequeñas, tubulares, y se presentan en inflorescencias densas de color frecuentemente amarillo.
Generalmente las flores de aloe requieren de polinización cruzada para fecundar y esta suele ser llevada a cabo especialmente por aves y mariposas debido a su visión preferencial de estos colores.
El Aloe Vera es un excelente antiséptico natural (contiene al menos seis agentes antisépticos: lupeol, ácido salicílico, nitrógeno de urea, ácido cinámico, fenol y azufre), que penetra fácilmente en la piel y en los tejidos (en algunas ocasiones cruzando siete capas distintas), que actúa como anestésico calmando todo tipo de dolores (especialmente los musculares y de las articulaciones) y tranquilizando los nervios, que posee una gran actividad bactericida, que también destruye numerosos tipos de virus, que es fungicida, antiinflamatorio, antiprurítico (detiene la comezón), altamente nutritivo (contiene vitaminas, minerales y azúcares), dilata los capilares sanguíneos incrementando la circulación en la zona afectada, descompone y destruye los tejidos muertos (incluyendo el pus), favorece el crecimiento celular normal (acelerando la curación de llagas y heridas), hidrata los tejidos y es antipirético (elimina la sensación de calor en las llagas, úlceras e inflamaciones).
EL ALOE VERA
El aloe se cultiva para uso medicinal y como planta decorativa.
En algunas regiones popularmente suele llamarse Aloe vera al Aloe saponaria (Aloe maculata). Si bien este último puede tener propiedades medicinales similares, a nivel farmacéutico es importante una correcta identificación de la especie.(Ver más adelante otras especies de Aloe medicinales).
Actualmente, hay más de 250 diversas variedades reconocidas de aloe, de las cuales, solamente tres o cuatro tienen características curativas o medicinales significativas. La más potente de éstas, rica en vitaminas, minerales, aminoácidos, y enzimas es Barbadensis Molinero del Aloe, conocido comúnmente como aloe vera.
La palabra "aloe" es derivada del árabe "alloeh", que significa: "la sustancia amarga brillante"; la palabra "vera" viene del latín y significa: "verdadera". En dicha época antigua, esta variedad era considerada el más eficaz producto medicinal. No se sabe el tiempo que se reconoce como planta medicinal. Una de las aplicaciones farmacéuticas, más antiguamente registrada, se puede encontrar en una tablilla sumeria de arcilla del año 2100 a. C., pero hay informes de dibujos de la planta en las antiguas paredes de templos egipcios desde el año 4000 a. C.
El aloe vera es semejante en aspecto a un agave, que pertenece a la familia Agavaceae. Éste sólo crece en climas cálidos y se encuentra especialmente en las regiones más secas de América, Asia, Europa, África y Australia.
COMPONENTES QUÍMICOS
Existe una variedad de Aloe vera moteada. Corresponde al Aloe barbadensis var. chinensis.
- Aloemodina: regula el funcionamiento de la mucosa intestinal.
- Aloeoleína: mejora úlceras duodenales y estomacales. Disminuye la acidez.
- Aloetina: neutraliza el efecto de las toxinas microbianas.
- Aminoácidos: interviene en la formación de proteínas.
- Carricina: refuerza el sistema inmune y ayudaría a las defensas.
- Creatinina: resulta fundamental en las reacciones de almacenaje y transmisión de la energía.
- Emolina, emodina, barbaloina: generan ácido salicílico de efecto analgésico y antifebril.
- Fosfato de manosa: agente de crecimiento de los tejidos con efecto cicatrizante.
- Minerales: calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre.
- Mucílago: actividad emoliente sobre la piel.
- Saponinas: antiséptico.
- Fitosteroles: de acción antiinflamatoria.
- Mucopolisacáridos: responsables de la hidratación celular.
- Hormonas vegetales: estimulan el crecimiento celular y la cicatrización.
- Enzimas: intervienen en la estimulación de las defensas del organismo.
PROPIEDADES TERAPÉUTICAS DEL ALOE VERA
Alergias, abscesos, adicciones (a drogas diversas), aftas, afonía, agotamiento, asma, ampollas, amigdalitis, acné, acidez de estómago, anemia, artritis, arteriosclerosis, anorexia, Bronquitis, bursitis, Calambres musculares, calvicie, caspa, cataratas, celulitis, ciática, cirrosis, cólicos, colitis, contusiones, cortes, cistitis, carbunclo, cortes al afeitarse, catarros, congestión intestinal, cáncer, cándida, comezones de todo tipo, congestión nasal, Dermatitis, diabetes, disentería, depresión, dolores de cabeza, dolores de las articulaciones, dolores de muelas, dolores de estómago, dolores musculares, desarreglos evacuatorios, disfunciones intestinales, Edema, erisipela, epidermitis, exantema, enteritis, esterilidad debida a ciclos anovulatorios, esclerosis múltiple, esguinces, erupciones, enfermedades de las encías, estreñimiento. Forúnculos, fiebres sin identificar, flatulencias. Gangrena, glaucoma, gota, gripe Hemorroides, hepatitis, herpes genital, herpes zoster, halitosis; heridas de todo tipo, hipertensión, hongos. Insuficiencia arterial, insomnio, ictericia, irritación bucal, indigestión, infecciones por levaduras, infecciones de la vejiga y de los riñones. Keratosis folicularis. Laringitis, lepra, lupus, luxaciones, leucemia. Mal aliento, mastitis (en las vacas), manos ásperas, manchas en la piel, manchas congénitas, meningitis, miopía, mordeduras de serpientes. Náuseas de todo tipo. Obesidad, olores (supresión del mal olor en las úlceras), enfermedades de los ojos. Pie de atleta, piel seca, pezones estriados, parásitos intestinales, picaduras de insectos, pecas seniles, picaduras de víboras y alacranes, psoriasis, prostatitis, picores de todo tipo, problemas del páncreas diversos. Quemaduras (térmicas, por radiación, solares, químicas ó por líquidos). Resfriados. Sabañones, seborrea, sinusitis, SIDA. Tendonitis, tracoma, tuberculosis, torceduras, tos, tortícolis. Uñas encarnadas, úlceras en las piernas, úlcera péptica, úlcera de duodeno, (todo tipo de úlceras), urticaria. Vaginitis, várices, virus de Epstein. Zoster (herpes).
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